lunes, 21 de octubre de 2013

Resultado electoral: La visión

Hoy tuve una visión (la verdad, no tengo idea cuando publicaré este escrito, pero ese "hoy" se refiere al viernes 18 de octubre)

La visión, tal cual avezado pitoniso, consistía simplemente en los resultados de la elección presidencial. Tal cual acto inconsciente de razonamiento, después de un arduo bombardeo de encuestas y predicciones varias, de dudosas metodologías y, aún asumiendo que el "contexto técnico" fuese el correcto, el proceso de muestreo me deja muchas dudas. Dicho eso, mi inconsciente, y por tanto, mi visión, da por ganadora de la elección a Michelle Bachelet en 1° vuelta. Así sin más. Sencillo, conciso y sin tanto alboroto.

Paréntesis: Mi voto va para Franco Parisi, para que vean que mis visiones son imparciales y no dan de ganador a Parisi necesariamente.

Cerrado el paréntesis
, se ha instalado el discurso de varios candidatos (Matthei, Parisi, ME-O) de que va a haber una 2° vuelta. Se habla, "como si nada", como si fuera un hecho, de que la 2° vuelta existirá. Bueno, a un mes de la elección creo que la 2° vuelta no es un hecho, es más bien una idea que se quiere instalar en los potenciales electores, con un fin principal (enmarcado dentro de otros objetivos, por supuesto) para, por una parte, incentivarlos a ir a votar ese día y, por otra parte, instalar en el ideario colectivo que la candidatura "X" es competitiva, siendo que, lamentablemente, hasta el momento, ninguna candidatura es competitiva con Bachelet al frente. Si se da por hecho que no existirá segunda vuelta y que Bachelet ganará fácil, muchos de los electores de Matthei, Parisi y ME-O, simplemente no se presentarán a votar ese día, ya que ven el trámite como algo inefectivo y, por tanto, innecesario.

Luego, es necesario instalar el discurso mediático de que existirá una 2° vuelta. También le conviene este escenario al comando de Bachelet es, ya que también por el lado de esta candidata se puede instalar la idea de que vencerá fácilmente, por tanto no es necesario ir a votar, mermando su base electoral. Es un boomerang tener tal seguridad. Los candidatos necesitan que la gente esté dispuesta a votar en masa ese día. Un escenario contrario podría elevar a un vencedor "deslegitimado" ante una gran mayoría que no vota. Eso puede poner en peligro la institucionalidad nacional y dejara como resultado final un débil gobierno electo por una mayoría (relativa) que si vota, ingobernable por la mayoría (absoluta) que no vota.

Bueno, en noviembre se verá si mi visión estuvo en lo correcto, o me jubilo de pitoniso y rompo mi bola de cristal.

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