lunes, 21 de octubre de 2013

Parisi v/s Matthei: La madre de las batallas

Hasta que a Franco Parisi le dió resultado la estrategia de atacar a Evelyn Matthei. Reconocida por su fama de "pasto seco" o de que "prende con agua" o la "candidata de la chuchá", Parisi ha apostado desde hace semanas, desde aquel debate de la ANP por atacar a Matthei, esperando que ésta respondiera, pero nada... Matthei aguantaba estoica, hasta qué... su personalidad pudo más y no aguanto.

Lo que ha hecho Matthei se enmarca dentro de un objetivo de evitar la pérdida de votos a futuro (tal como los ha perdido hasta ahora y que tienen a Franco Parisi pisándole los talones). Para ello, no dudó en atacar a Parisi para mostrar a su electorado "potencial" que Parisi es un tramposo o una mala opción. El punto está en que, si ella cree que va en 2° lugar y que, probablemente, según ella pasará a 2° vuelta, no tiene necesidad alguna de atacarlo, es más, ella debería pensar que en 2° vuelta necesitará los votos de Parisi, dado que el 43% de los votantes de Parisi en una 2° vuelta potencial entre Matthei y Bachelet, dice que votaría por Matthei. (Encuesta UDP).

¿Qué hace Matthei en vez de la estrategia obvia? Ataca a Parisi buscando retener a su electorado, obviando la potencial pérdida de votos del electorado de Franco Parisi en 2° vuelta. Ese 43% del electorado de Parisi que votaría por Matthei en una potencial 2° vuelta con Bachelet, ahora creo que bajó bastante. Matthei está perdiendo los potenciales votos de Parisi en 2° vuelta. ¿Acaso no es una mala estrategia?

En el único escenario en que esa estrategia deja de ser mala estrategia, para convertirse en una estrategia "buena" pero desesperada, sería que ella crea que su base electoral se está mermando y, claro, quiera evitar que muchos de sus votantes voten por Parisi en la 1° vuelta. El ataque frontal a Parisi demuestra que ésta es su creencia, luego, le da lo mismo perder potenciales votantes después, porque hoy, en la actualidad, está perdiendo más votos de los que está captando, por tanto se hace urgente tratar de retener los votos que aún le quedan, no pensando en una potencial 2° vuelta, porque no está segura de llegar a ella si no retiene sus votos hoy.

Bueno, como votante de Franco Parisi, le agradezco a la Sra. Matthei dicha estrategia. Existe una frase que dice: "Si ves que tu enemigo comete un error, no lo distraigas"

Resultado electoral: La visión

Hoy tuve una visión (la verdad, no tengo idea cuando publicaré este escrito, pero ese "hoy" se refiere al viernes 18 de octubre)

La visión, tal cual avezado pitoniso, consistía simplemente en los resultados de la elección presidencial. Tal cual acto inconsciente de razonamiento, después de un arduo bombardeo de encuestas y predicciones varias, de dudosas metodologías y, aún asumiendo que el "contexto técnico" fuese el correcto, el proceso de muestreo me deja muchas dudas. Dicho eso, mi inconsciente, y por tanto, mi visión, da por ganadora de la elección a Michelle Bachelet en 1° vuelta. Así sin más. Sencillo, conciso y sin tanto alboroto.

Paréntesis: Mi voto va para Franco Parisi, para que vean que mis visiones son imparciales y no dan de ganador a Parisi necesariamente.

Cerrado el paréntesis
, se ha instalado el discurso de varios candidatos (Matthei, Parisi, ME-O) de que va a haber una 2° vuelta. Se habla, "como si nada", como si fuera un hecho, de que la 2° vuelta existirá. Bueno, a un mes de la elección creo que la 2° vuelta no es un hecho, es más bien una idea que se quiere instalar en los potenciales electores, con un fin principal (enmarcado dentro de otros objetivos, por supuesto) para, por una parte, incentivarlos a ir a votar ese día y, por otra parte, instalar en el ideario colectivo que la candidatura "X" es competitiva, siendo que, lamentablemente, hasta el momento, ninguna candidatura es competitiva con Bachelet al frente. Si se da por hecho que no existirá segunda vuelta y que Bachelet ganará fácil, muchos de los electores de Matthei, Parisi y ME-O, simplemente no se presentarán a votar ese día, ya que ven el trámite como algo inefectivo y, por tanto, innecesario.

Luego, es necesario instalar el discurso mediático de que existirá una 2° vuelta. También le conviene este escenario al comando de Bachelet es, ya que también por el lado de esta candidata se puede instalar la idea de que vencerá fácilmente, por tanto no es necesario ir a votar, mermando su base electoral. Es un boomerang tener tal seguridad. Los candidatos necesitan que la gente esté dispuesta a votar en masa ese día. Un escenario contrario podría elevar a un vencedor "deslegitimado" ante una gran mayoría que no vota. Eso puede poner en peligro la institucionalidad nacional y dejara como resultado final un débil gobierno electo por una mayoría (relativa) que si vota, ingobernable por la mayoría (absoluta) que no vota.

Bueno, en noviembre se verá si mi visión estuvo en lo correcto, o me jubilo de pitoniso y rompo mi bola de cristal.

Los Simuladores (El País de los Simulacros - Parte II)

Tal como expuse en el post anterior, estamos en un país que se siente "seguro" realizando simulacros, pero cuando de verdad importa actuar de forma eficiente en situaciones de catástrofes... "naca la pirinaca"

El concepto lo podemos aterrizar a situaciones mucho más mundanas, por ejemplo, a la vida de aquellas personas que ventilan sus vivencias por las redes sociales (especialmente facebook).

Simulacros de una vida (en facebook) aparentemente de un nivel muy por sobre la vida que realmente lleva esa persona (no me refiero única t exclusivamente a aspectos económicos, sino que también a aspectos sociales y/o emocionales). Facebook es de extrema utilidad para ello.

Si de simular se trata, facebook es la herramienta actual que calza perfecto para aquellos fines. Permite "mostrar al mundo" lo felices que somos, los lugares que visitamos, las comidas que son presa de nuestro intestino (la típica fotito a un plato atiborrado de comida, algo de de bastante mal gusto a mi parecer) y, en menor medida, recipiente de nuestras penas. Todo aquello aumentado por mil en aquella red social, lo cual aterrizado a la vida real resulta ser sólo un simulacro de vida, que muchas veces dista bastante de lo que realmente se está viviendo.

Hay diferentes tipos de personas que postean en facebook. Personalmente, tengo una escala de clasificación para cada uno de ellos, dividos en 8 grupos, que se diferencian, principalmente, por el contenido de lo que publican y la periodicidad de sus publicaciones:

1. El Exhibicionista: Aquel tipo de persona que publica todo lo que hace y todo lo que siente, ya sea de corte positivo o negativo: El lugar en el que está, estuvo y/o estará en un futuro cercano y no tan cercano. Este tipo de persona es la que satura (literalmente) su red social con publicaciones. Si se encuentra de capa caída (esto es, triste o desanimado) publica su mal o deplorable estado anímico. Al instante aparecen los "amig@s" preguntando qué ha ocurrido, con sus mensajes típicos, que se repiten de perfil en perfil, con ligeros matices, pero siguiendo el mismo patrón al fin y al cabo. "¿Por qué te sientes así?" "¿Qué te pasó?" "Tranquilo amigo!!", "ánimo, ya pasará todo!!" Son respuestas típicas, que se pueden encontrar en multitud de perfiles. Perfil típico de persona que necesita del apoyo "intangible" (y por tanto, inservible) de personas que poca bola le dan a su existencia. Persona lastimera, que gusta de llamar la atención asociada a amig@s condescendientes.

2. "Los analistas políticos": Son aquellos que usan su muro de facebook o su línea de twitter para publicar su análisis político del acontecer nacional, la propaganda electoral de su candidato favorito, descalificaciones hacia los otros candidatos y supuestos pronósticos de resultados en épocas electorales. Se esfuerzan por dar a conocer los argumentos para tener "educación pública gratuita y de calidad" (como si la educación pública no fuera gratuita en la actualidad, lo que pasa es que no es de calidad), sus argumentos para eliminar las AFP, las Isapres y para nacionalizar el cobre (revelando un total desconocimiento de las leyes que rigen estos temas) También se explayan sobre el acontecer internacional, hablan pestes de Barack Obama o del imperialismo yankee (muchas veces escribiendo desde un "Iphone", irónico ¿no?), rasgan vestiduras por la guerra civíl en Siria (y a los 5 minutos ya no se acuerdan de nada y siguen refunfuñando porque a su "Iphone" le queda poca carga o a Colo colo le está yendo mal.) y, finalmente, se explayan con una opinión de varias líneas que pocos leen y a nadie le importa. Este tipo de persona simula o hace creer al resto que sabe mucho, pretende quedar como el inteligente del muro de facebook (o twitter) y pretende ser respetado por aquello. Nada más alejado de la realidad.

3. "Los analistas deportivos": Muy similar a los del punto 2, salvo que aquí la gran parte de su interés gira en torno a su deporte favorito (en un 99% el fútbol), su equipo favorito y los jugadores que lo integran. Son aquellos que colocan "Goooll!!!" en su perfil, cuando su equipo está jugando (es decir, gritan el "gol" de forma escrita), para que todos se enteren de lo fanático que es de su equipo y que, claro, está viendo el partido. Persona mucho más "light" que las que componen los anteriores perfiles. Probablemente no sea una persona para debatir sobre los temas trascendentales de lo humano y lo divino, debido a su poca cultura general y la poca profundidad de su pensamiento (la profundidad de la respuesta ante una pregunta del tipo: "qué le parece que el Banco Central mantenga la tasa de política monetaria en 5,0% en los actuales escenarios de incertidumbre internacional y baja inflación"  sería similar a la de un simio o un niño de 2 años). A su vez, analizan la contingencia nacional e internacional de los equipos de fútbol, con especial énfasis a los equipos extranjeros donde se encuentran jugadores chilenos, con marcada relevancia del Barcelona (equipo en el cual juega Alexis Sánchez) y la Juventus (equipo en el cual juega Arturo Vidal). Estos, al igual que los del tipo (2), hacen creer al resto que saben mucho de fútbol, se recitan las alineaciones de sus equipos de memoria, le escriben en facebook o twitter al técnico para que coloque a los jugadores que ellos creen capaces o le dictan los cambios en pleno partido. Claro está que el DT ni siquiera les da bola, ni siquiera sabe que existen, ni menos lee sus muros de facebook o twitter. Luego, es sólo para aparentar ante los demás "miembros de la manada" lo mucho que saben y quedar como una pseudo-autoridad en la materia. Cero aporte este tipo de persona. Simulación pura y, peor aún, en temas intrascendentes.

4. "Los religiosos": Estos a mi parecer son los más aburridos y saturadores mentalmente. Son aquellos que publican pasajes de la Biblia en su perfil, que le piden a Dios una cosa dia por medio, que le dan gracias a Dios todos los días, por lo que sea. Su tipo de mensaje es similar a los de los predicadores en las calles o en los templos. "Dios le dijo a Juanito que volviera a las tierras de no se dónde y que lo siguieran a tal parte para ganar un lugar en el Reino de los Cielos" o "Arrepiéntete de tus pecados ahora, vuelve a Dios" y cuánta cosa más que no recuerdo. También publican canciones (una tras otra) de los cantantes más famosos religiosos (Equivalentes a los Justin Timberlake evangélicos o las Lady Gaga cristianas). Algunos conocidos son Dante Gebel y Marcos Witt. Los que profesan la fe evangélica no dudan en invitar al culto (el equivalente a la misa católica) a sus amigos. Su misión última es evangelizar a sus amigos de facebook o a sus seguidores en twitter. Nadie los toma en serio, son los primeros en ser bloqueados por sus pares en redes sociales por catetes y, para más remate, logran lo que pocos logran: El resultado inverso de su esfuerzo, es decir, mientras más se esmeran en "evangelizar", menos los "pescan".

5. "Los padres chochos": Me da pena colocarlos y clasificarlos pero bueno, merecen, indudablemente, una categoría exclusiva. Son aquellos que están a la espera de ser padres prontamente, o aquellos que han tenido un hijo/a recientemente. Los primeros no dudan en subir fotos de ella embarazada mostrando la evolución de su estómago creciente día tras día, con mensajes del tipo "Es una maravillosa espera" "Qué ansias de que nazca pedrito" "Más feliz que nunca". Son capaces de subir sus ecografías para que el mundo conozca a sus principes/princesas, aunque en esa imagen no se distinga nada de nada. Los segundos, son un caso especial. Llenan su red social con fotos del recién nacido. Se reciben multitud de opiniones del parecido del nuevo ciudadano... "Ohh! se parece a la mamá" "Oooh, se parece al papá..." La verdad es que las guaguas son todas iguales, no se parecen a nadie, excepto entre ellas mismas. El niño va creciendo y, los padres chochos, ´publican cada vivencia, su primera comida, su primer paso, su primera caída, fotos por doquier y videos, sumados a cientos de dedicatorias "Te quiro mi gordo hermoso", "Eres lo mejor que me ha dado la vida" son de las frases que más se repiten en este tipo de perfiles, lástima que los niños no sepan leer y ni siquiera sepan lo que están escribiendo sus padres. Es decir, esas dedicatorias tienen como única finalidad que todo el mundo sepa lo felices que son y enróstrarselos en la cara a todo el resto, mostrar que tienen un nivel superior de felicidad en comparación con sus "amigos" de facebook o de twitter, porque simplemente tienen hijos. Nada más alejado de la realidad, pura y penosa simulación.

7. "Los nadie": Este tipo de personas si bien se mueven en redes sociales, se mueven poco. Actualizan sus estados de facebook o "tuitean" de vez en cuando, casi nunca. Poco le interesan estas redes, ya sea porque no tienen tiempo, no le encuentran mucha utilidad o lisa y llanamente les interesa poco saber del resto, y no les interesa publicar nada suyo. Luego, no construyen identidad en la red. Son aquellos perfiles cuya última actualización o tuit ocurrió hace meses atrás, el avatar (foto de perfil) es la misma hace meses o años. Son aburridos de analizar, porque básicamente no hay nada que analizar. Tienen una vida propia fuera de las redes sociales y no necesitan de la validación social de la misma para sentirse apreciados o valorados (no tienen problemas de autoestima patentes). Conclusión: Son nromales y, por tanto, harto fomes de analizar.

8. "Los simuladores": Dejé el análisis de esta clase de "posteadores" para el final, porque son los más interesantes, a mi gusto, por la falsedad de su existencia y lo entretenido que resulta pensar sobre éstos. Este perfil, a mi parecer es el más simple de los que postean en estas redes sociales. Sus publicaciones tratan sólo de ellos y de sus logros, nada de fracasos (lo que lo diferencia del tipo 1: El exhibicionista que postea todo, buenas y malas experiencias). Postea básicamente sus compras (las buenas compras, las malas las guarda en secreto), qué lugares hermosos ha visitado (dejando fuera los lugares nefastos que ha visitado), que actividades espectaculares tiene agendadas (dejando fuera todas las horas muertas o sin actividaddes de su agenda, en la cual se aburre a más no poder, básicamente porque su mente no puede convivir con ella misma), las fiestas o reuniones sociales a las que ha asistido, subiendo la foto típica, abarrotada de personas sonrientes que, sin embargo, una vez tomada la foto, en la realidad, la fiesta no fue ni tan entretenida ni tan social, y quizás se aburrió en gran parte de la misma, pero eso no se coloca, se omite. Es aquella persona capaz de inventar una vida entera paara postear en estas redes sociales, sin necesariamente ser real lo que postea. O, si es real, sólo postea a conveniencia, para ser la envidia de sus amigos, sólo por un instante. Facebook tiene la magia de omitir los contextos. En facebook o twitter, basta con una buena fotografía de un evento, para decir que estuvo "buenísimo" omitiendo todo el contexto (podría haber sucedido que de las 6 hrs que duró el evento, 30 min. estuvo entretenido y que fue en el momento en que se tomó la fotografía y 5 hrs 30 min estuvo de normal a aburrido, donde no hubo fotografías o simplemente se omitieron). En estas redes sociales se puede simular descaradamente, se pueden mostrar "situaciones de vida" que en la realidad misma no son lo que en un principio se mostró.

Caso real: Este caso lo contó la novia de un amigo. Ella tiene un "conocido" que siempre postea en facebook las cosas que hace. Él veía que varios de sus amigos habían ido a Isla de Pascua, por lo que el también posteó que se iba a aquel lugar, y que estaba realizando los preparativos para tal viaje. Los comentarios positivos subieron como la espuma cervecera. Este tipo sube fotos del aeropuerto "antes de embarcarse" y, luego, al instante, llama a la novia de mi amigo para pedirle, por favor, si puede quedarse en su parcela (la cual es inmensa, con varias hectáreas, con distintos tipos de árboles, palmeras, etc. y con una casona tremenda en porte y en hermosura). ¿Por qué se quería ir para allá? Bueno para sacarse fotos con las palmeras, al interior de la parcela, al interior de una tremenda casa, y asi, subir estas imágenes a facebook, haciéndole creer a sus amigos de esa red social, que aquel era su lugar de alojamiento en Isla de Pascua. Al preguntarle esta niña sobre su viaje a Isla de Pascua, éste le confiesa que era todo mentira y que las fotos son para subirlas a facebook y hacer creer a los demás que fue para allá, porque se sentía menos que sus amigos por no conocer ese lugar (cuando ya varios de sus amigos ya habían realizado tal viaje) y, además no podía ir, porque simplemente no le alcanzaba el dinero. Así de falso fue todo su viaje. Su travesía fue posible, básicamente, por la magia de las redes sociales como facebook que permiten aquello, permiten inventarse una vida con acontecimientos falsos, permiten inventarse una vida sólo de acontecimientos positivos, los hechos negativos se omiten del perfil, nunca existieron, nunca se dieron a conocer, lo que de alguna forma aliviana su mochila
Por todo lo anterior, no creo en las redes sociales como método de socialización, no creo en lo que se publica allí, es más, dudo profundamente de las personas que publican hasta cuando están sentados en el baño. No creo en estas herramientas como medios para poder conocer a una persona ni derivar característica alguna positiva (sí es muy eficiente para encontrar las características negativas). Nada positivo se puede obtener de publicaciones que omiten el contexto y dejan fuera la esencia de todo comportamiento. Nuestro comportamiento viene asociado a un contexto, el cual determina la forma de comportarse en diferentes situaciones. Facebook o twitter omiten este gran detalle.

Sí creo en estas herramientas como medios de difusión de información a nivel agregado (ya sea publicaciones científicas, noticias, intercambio de información relevante en la toma de decisiones, compartir material académico, de investigación, o simplemente películas y música) y por tanto, creo en la utilidad de estos medios para la educación y el refinamiento del conocimiento humano.

Cualquier uso diferente de lo anterior no traerá progreso en absoluto. No existe el poder de las redes sociales si no existe alguien que le de relevancia a tal poder.

Los medios de comunicación (para variar... lease en tono irónico) han cumplido con esa nefasta tarea al asignarle una importancia desmedida a aquellas redes de lunáticos que nada aportan a nuestro país.

domingo, 20 de octubre de 2013

El País de los Simulacros - Parte I

Este escrito fue realizado a mediados de agosto de 2013.

En los últimos meses, se ha iniciado una seguidilla de simulacros de catástrofe de distinta índole a lo largo de nuestro país. Simulacros que han estado presentes desde hace muchos años en el diario vivir, partiendo de la famosa "operación Daisy" en nuestro colegio y que se mantiene hasta la actualidad. Chile, como país es especialmente dado a realizar este tipo de ficción. Y, no solamente en este tipo de ámbitos. La humanidad entera goza recreando o simulando vivencias o acciones que han ocurrido o pueden ocurrir en la realidad. Y de una forma más artística, recrea vivencias o situaciones de fantasía a través del teatro o el cine.

Dado lo anterior, me ha llamado la atención la seguidilla de simulacros de tragedias varias, con el fin último de preparar a la población para reaccionar de manera efectiva ante este tipo de eventos.

Algunos que se han realido este año: Simulacros de terremoto en Antofagasta, Arica, Ancud, Cauquenes, todos en distintas fechas. Simulacro de incendio en la cárcel de Talca. Simulacro de incendio en el hospital de Talca. Simulacro de incendio y rescate de bienes en el Museo Naval de Valparaíso... y así suma y sigue

¿Se habrán dado cuenta las autoridades y/o las mentes pensantes detrás de estos simulacros que las personas, ante un evento de índole mayor, llámese un terrremoto grado 8, tsunami o incendio de gran magnitud o todo junto, disminuye su raciocinio a un nivel mucho menor? ¿Conocerán los procesos biológicos que se ejecutan en el cerebro, ante la presencia de una amenaza inminente o potencial de muerte o de peligro a la integridad? ¿Tendrán alguna idea que existe una parte del cerebro llamada amígdala, la cual toma las riendas en esos casos límite y desata emociones extremas de primeros auxilios emocionales, y que lo que menos tiene es de racional?

Bueno, la verdad no creo. El fin primordial de la cantidad de simulacros realizados es, únicamente, mostrar a la población que las instituciones encargadas de manejar estas situaciones son fuertes y confiables a la hora que ocurra uno de estos eventos. Nada más ni nada menos. Sin embargo, justamente, cuando se desató una contingencia mayor, tal como fue el terremoto de febrero de 2010, nadie hizo lo que tenía que hacer, partiendo de la "Gordi" hacia abajo. (Perdón, pero no le puedo decir, Presidenta o ex-Presidenta a ese ícono de la ineptitud)

Una persona que se vea enfrentada a una situación, por ejemplo, de la envergadura que ocurrió en febrero de 2010 (terremoto 8,8° Richter), en la gran mayoría de los casos, tenderá a refugiarse en lo primero que encuentre, tratará de evitar que se le caigan las cosas encima, tratará de no tocar el suelo con los dientes y velará por la seguridad de los suyos (en una segunda derivada). Otros, caerán en una parálisis funcional derivada del colapso de su sistema nervioso. Claramente un simulacro no sirve para este tipo de personas, aunque los hagan participar en diez simulacros mensuales, a la hora del evento "real" son presa fácil del temor, se paralizarán y con un dejo de suerte sobrevivirán por algún acto del azar, si es que no les da un infarto antes.

Después de ocurrido el evento, es poco a lo que hay que temer. En el ejemplo, era muy poco probable que ocurriera un sismo de similar magnitud o mayor que pudiera devastar, aún más, lo devastado anteriormente. La lógica indicaba que en zonas costeras habría un tsunami. Y, nuevamente, las personas en vez de arrancar hacia "espacios en altura" o derechamente hacia los cerros, hizo todo lo contrario, se quedó esperando que las autoridades les dijeran qué hacer... como si lo obvio no fuera suficiente, como si las "operaciones Daisy" de los colegios no se hubiesen efectuado nunca en los últimos 20 años.

Finalmente, en el momento post-terremoto y post-tsunami, entran a jugar variables imponderables. No hay electricidad, probablemente tampoco suministro de agua potable, y las señales telefónicas estarán colapsadas y/o destruídas. Por lo que se genera un completo caos organizacional, ambiente propicio para que se produzcan saqueos a centros de abastecimiento, a centros comerciales y a muchas casas que han quedado solitarias o se han derrumbado. Ante esto, no hay simulacro que valga.

Conclusión: Los simulacros le hacen un honor ridículo a su nombre. Simulaciones de una institucionalidad inoperante y/o inútil que a la "hora de la verdad" muestra su real cara, es decir, la inoperancia en forma de autoridades paralizadas y una población sin sentido común para hacer, lo que por lógica hay que hacer. En última instancia, estas simulaciones justifican los sueldos (en situación de normalidad, sin catástrofe de por medio) de toda esa manga de autoridades del "riesgo" (ONEMI, SHOA, etc.) e ingenieros en prevención de riesgos que, sin embargo, "a la hora de la verdad", cuando se produce un desastre, dan la hora olímpicamente. Ahí es cuando tienen que justificar sus sueldos verdaderamente y no antes. 

Esto es un fiel reflejo de una sociedad de simuladores (ver parte II)