sábado, 8 de diciembre de 2012

Right Choice


Fue una semana de aquellas que uno podría llamar aburridas, raras o fácilmente olvidables.
Contraste de climas. Hizo un calor de aquellos, como también llovió, tal cual un día de invierno. Marcada por los alegatos en la Haya respecto de la disputa por límites marítimos entre Chile y Perú.

Marcada también porque, en esa semana "fácilmente olvidable", mi cabeza toma un respiro y, como de la nada, después de estar días y días, meses, pensando y tomando una determinación que finalmente no encontraba el momento, se ilumina mi poder de decisión y fijo mi fecha de salida de Talca: Marzo 2013. Tal planificador que guía sus decisiones con el poder de la lógica ajedrecística que permite visualizar varios movimientos propios y del rival, aplicando la táctica correcta para la consecución final de la estrategia seleccionada. En esa semana "fácilmente olvidable" y aburrida, al parecer mi cerebro toma un respiro y, con esos nuevos bríos, fue capaz de fijar una fecha que no vislumbraba lugar.

Si bien tengo fama de buen planificador, los sucesos han dado cuenta que mi intuición es la mayor de mis fortalezas. Esa intuición que, basada en los hechos del día a día y del pronóstico de las posibilidades futuras de ocurrencia de diversos sucesos, es capaz de iluminar el camino con mejores probabilidades de éxito. Tal cual lo hiciera hace 14 años atrás, tal cual lo hiciera nuevamente hace 6 años, tal cual lo hiciera hace 10 meses atrás... en mis decisiones trascendentales mi intuición ha sido la guía fundamental en el camino. No tengo por qué dudar ahora que nuevamente me ha mostrado el sendero, no tengo por qué dudar, ya que la seguridad que siento la conozco, conozco esa sensación de tranquilidad y serenidad que da el tomar una decisión que va en línea con tu sentir.

Se acerca el momento de cambiar nuevamente, de cambiar tan drásticamente como lo hiciera hace 6 años, cambiando norte por sur, desierto por vegetación, sol por lluvia. Ahora es un cambio similar, sólo que actualmente ya logré armar "la teoría de mi camino", es decir, la visión, ahora tengo la convicción de dónde me estoy dirigiendo... no dubitativamente, no con dudas, si con incertidumbre, pero mucho menor que hace unos meses atrás (o por lo menos ya no tengo la incertidumbre de un deseo inexistente de antaño).

Todo radica en dónde me veo en una década más y qué tengo que hacer hoy y/o en los próximos años, para lograr ese objetivo. El punto estaba en que no podía visualizar dónde me quería ver... me veía en varios escenarios, todos satisfactorios y de mi gusto... pero no puedo vivir 20 vidas simultáneamente... tengo que elegir un camino, y eso me costó mucho... pero mucho... Ahora sé, ya decidí y me motivé a tomar acción. Ya es hora de comenzar a cimentar ese camino, basta de descanso o pasos dubitativos, ya se cumplió el objetivo n°1, el objetivo n°2: La decisión de qué camino seguir, la acabo de tomar ... paso a fase 3: Acción, empezar a tomar las decisiones que llevaran lentamente, constantemente a la consecución de ese objetivo... La fase 4 queda "stand by" (el viaje por el mundo) por estrictos motivos financieros, lamentableente no son compatibles ambos objetivos, pero sí la adecué a las necesidades del momento. En vez de 6 meses será un mes o dos de viaje por algún lugar del mundo, quizás el sur de Chile, Pto. Williams, la Patagonia, aquellos lugares de paisajes inamculados, donde no existe ni la señal telefónica ni internet... el paraíso mismo... lejos del mundanal ruido y la toxicidad de esta sociedad.

Manos a la obra.

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