lunes, 3 de diciembre de 2012

Respuestas condicionadas: La clave financiera de la vida


Nos han acostumbraado a dar respuetas condicionadas, tal perro de Pavlov. Respuestas condicionadas, tal como ahonda Kiyosaki en sus libros. Seguimos caminos predeterminados elaborados por otros... seguidos por otros, los cuales tienden a replicar los resultados de un sendero de vida similar a quien lo recomienda. ¿Te aconsejan obtener las mejores calificaciones mientras estás en el colegio, estudiar una carrera, buscar un empleo seguro, mantenerse el mayor tiempo posible en ese empleo, obtener sueldos cada vez mayores, comprar "tu casa propia", obtener un automóvil, ahorrar para tu jubilación, tener un APV y/o fondos mutuos?... y en conjunto con eso, vienen los hijos, las deudas y un fracaso rotundo en el manejo financiero...

Me bastaron sólo unos meses de trabajo en "el mundo real" hace años atrás (No ese mundo real académico -cómo mi actual trabajo- ni ese mundo real donde se está ajeno a quienes manejan los hilos financieros del país) para darme cuenta que para cumplir mi objetivo primordial de largo plazo no debía concentrar mis principales esfuerzos en mi trabajo asalariado. Afortunadamente pude experimentar un aprendizaje fuera de lo común y de sumo provechoso, ya que por suerte, aprendo rápido y, en base a la observación y a la conversación con la gente que SI tiene dinero y que SI mueve montos exhorbitantes diariamente, es que me permitió darme cuenta que el camino para llegar a obtener éxito y dinero no es el del "empleo seguro" ni estar 20 años en el mismo trabajo. "Las lucas" se generan teniendo en cuenta tres acciones claves: Vender, Invertir y Controlar los gastos (para ello es necesario diferenciar la inversión del gasto). Las conversaciones con los clientes más adinerados llegaban todas al mismo punto y tenían extrañas coincidencias: Todos tenían su propio negocio (vender), todos llevaban una vida austera (control de gastos), y la gran mayoría invertía en el mercado de valores y tenía a lo menos inversiones en un bien raíz (inversión).

Vender, sí, vender. La ruta general es tener tu propio negocio. Prestar un servicio (o servicios) o producir bienes que otros comprarán, satisfaciendo sus necesidades. Así es como se genera más dinero que el 90% de las actividades ordinarias de trabajo de empleado. La segunda palabra es Invertir. ¿Invertir en qué? Bueno, uno puede invertir en varias fuentes. Bienes raíces, acciones, papeles del mercado de valores, entre otros. La inversión en bienes raíces es una de las más rentables en estos tiempos. La inversión en renta variable a largo plazo puede dar réditos enormes. Sólo hay que atreverse y ese es el paso más difícil.

Para vender hay que perder el miedo al rechazo. Estar convencidos de que nuestro producto o servicio satisface las necesidades de aquellos que lo consumen y perciben un valor agregado acorde a lo que queremos generar de rentabilidad. Para invertir en bienes raíces o en la bolsa, hace falta perder "el miedo a perder". No puedes ganar si no arriesgas. (No arriesgarse implica guardar el dinero bajo el colchón. Allí se irá depreciando por la inflación de cada mes, terminarás con un 3 o 4% menos de dinero todos lo años por este efecto, si es que estás en Chile. En Argentina se pierde valor a una tasa del 25% anual, es decir, comienzas el año con $100 y terminas con $75. ¿Motivamente, no?)

El punto crucial no está en cuánto ganas, sino en cuánto gastas. El punto crucial es si gastas tu dinero "invirtiendo" o gastas tu dinero "consumiendo". La diferencia es sustancial. La primera opción implica un retorno o rentabilidad (la idea es que el retorno sea positivo), es decir, vuelve tu dinero inicial más un "adicional". La segunda opción no acarrea un retorno , sino que todo lo contrario, acarrea depreciación. En vez de retorno tienes pérdida. Por tanto, la idea es equilibrar ambos gastos. La vida implica gastos de consumo, que no tienen retorno alguno, alimentación, vestuario, entretención, entre otros. El punto está en financiar en gran parte estos gastos con los retornos generados por nuestros activos, asi no mermanos nuestra capacidad de generación de dinero extra de nuestra base potencial.

Todo lo anterior demanda un trabajo y esfuerzo enormes, sumado a una gran voluntad y perseverancia. Cuesta mucho dejar la estabilidad de un trabajo de "empleado" (peor si es bien remunerado, ya que uno se aburguesa) y cuesta aún mucho más pensar en un negocio redituable, encontrar las oportunidades enfrente de nuestros ojos cuesta, a veces, mucho más. 

La consigna es atreverse, perseverar y darse cuenta que el mundo es mucho más que una oficina, papeleo y 3 semanas al año de vacaciones. La vida es riesgo, la vida es aventura, la vida es conocimiento, la vida es ser flexible, la vida es cambio... ¿Estás listo para el cambio?

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