martes, 6 de mayo de 2014

El Teléfono

Hay un sonido en particular, que nos ha acompañado a lo largo de nuestras vidas: El sonido del teléfono. Ese sonido tan peculiar, que nos avisa que alguien está intentando comunicarse con nosotros. Hasta hace unas décadas atrás este sonido era estándar, reconocido mundialmente. Hoy ese sonido ha mutado hacia varios otros, desde variaciones mínimas hasta el uso de partes de canciones para el mismo propósito (reproducidos desde celulares sobretodo).

Bueno, ese sonidito en particular me ha desagradado toda mi vida. No hay nada más desagradable en el día que tener que escuchar el sonido del teléfono, repetidas veces, por el motivo que sea. Me desagrada el sonido estándar y lo que implica que suene. En estricto rigor, me molesta que me llamen y que, además, para avisarme que me están llamando, suene ese audio tan particular. No sé por qué ni cuándo ocurrió que la molestia sobrepasó a la utilidad de esta herramienta comunicacional. Quizás es por eso que me desagrada que me llamen, ya que implica tener que escuchar ese aviso molestoso o.. viceversa, me molesta que me llamen y esa molestia la asocié al sonido.

Vaya uno a saber...

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