lunes, 4 de febrero de 2013

Reflexiones de un año... reflexivo


No hay aprendizaje verdadero sin contrastar lo aprendido con la realidad.

Ese es y está siendo mi aprendizaje en este momento. He contrastado una verdad que, si no se vive, es difícil de comprender: “Has lo que te apasiona” o más sencillo aún: “Trabaja en alguna actividad que te apasione”… En 7 años, y sobre todo en los últimos 2 años, he comprendido cuán importante es esta máxima (o cita).

Si trabajas en alguna actividad que no te llena en el alma, que no te apasiona, que no darías más horas de tu vida, por nada del mundo, en seguir realizándola fuera de tu horario de trabajo (independiente del dinero de por medio), significa que tu pasión está en otra parte… así de simple… Menos aún quedarían ganas para crear algún negocio o emprendimiento en algo que, sencillamente, no está en nuestro ADN…

Más aún, las personas que muestran mayores niveles de satisfacción con su vida, las que presentan un menor stress (aunque trabajen 20 horas diarias), las que enfrentan con mayor optimismo cada día y las que se mueven sin contrapesos emocionales por la vida, son aquellas que están haciendo los que les gusta… así de sencillo.

Una persona que nació para trabajar al aire libre, que nació para trabajar al aire libre, será tremendamente infeliz en un trabajo de oficina de 9 horas diarias. Una persona que nació para trabajos flexibles o no se lleva bien con los números, sufrirá tremendamente en un trabajo de contador o que involucre labores repetitivas.

Una persona cuyas habilidades, conocimientos y gustos, no se encuentran en armonía con el tipo de actividad que desempeña en su diario vivir, se encuentra en una situación terriblemente desventajosa… (no necesariamente en el ámbito económico, porque puede que le paguen bien) vocacional, emocional y laboralmente, porque no satisface su necesidad de crecimiento personal en las actividades que desarrolla y no está necesariamente a gusto emocionalmente con su día a día (ya que la mayoría de las personas trabaja 5 días de la semana de un total de 7 y, algunas, incluso más).

Por eso, quizás, vemos tanta carga emocional negativa en el diario vivir. Esa ansiedad por conseguir llegar lo más rápidamente posible, lo más arriba que se pueda… generalmente asociado a un sueldo mayor… independiente de si esa forma de empleo o emprendimiento va con nuestro ADN principal, o si calza necesariamente con nuestro objetivo de largo plazo, que tiene que estar en concordancia con nuestros deseos y sueños…

Mucha gente se olvida que el fruto de nuestras acciones no se ve de inmediato… al tercer mes de trabajo es probable que no recibas un ascenso, ni el doble de sueldo, ni probablemente llegarás a ser gerente general de alguna empresa al año de empleado. NO. Todo lo contrario… las grandes gestas demoran años… Horst Paulmann creó su imperio en décadas. Angelini tardó décadas en poseer el sitial que ostenta. John Nash recibió su premio Nobel casi 40 años más tarde de que se le ocurriera la idea que inspiró su trabajo.

Las cosas no pasan de un día para otro… por eso hemos de conocer nuestra vocación, habilidades y conocimientos… tener nuestros objetivos claros, como el agua… ¿Estoy rindiendo bien en mi trabajo y estoy conforme con mi vida personal? ¿Estoy realizando lo que me apasiona? ¿En qué estoy actualmente?, ¿Dónde quiero llegar?, ¿Es acorde el o los objetivos propuestos con mis habilidades, conocimientos, trabajo y sueños? ¿Qué puntos débiles tengo que fortalecer? ¿Cuáles son mis fortalezas? ¿Están acordes con mis objetivos? ¿Cuáles son los pasos a seguir para cumplir mis objetivos? ¿Cuáles son los plazos?...

Bueno, una cosa tengo claro, encontré (o más bien reconocí) lo que me apasiona… creo que finalmente estar un año tranquilo, quieto y sin grandes ataduras, me han hecho reflexionar de una forma que ni yo mismo imaginé…

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